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Cuando uno de los ingredientes falla...
Y si el pollito sale negro..., ¿qué hacemos?
Si su producto lo vende a otros fabricantes, para que estos lo unan, o mezclen con otros y el producto final a la venta fuese defectuoso, porque el de usted lo era; sin duda será reclamado por ello.
Sólo si en su seguro de responsabilidad civil tiene la garantía denominada de “unión, mezcla o transformación”, y en capital suficiente, puede estar tranquilo.
Y no importa si lo que usted comercializa ha pasado los controles sanitarios o administrativos pertinentes, o si finalmente se demuestra que su producto estaba en perfectas condiciones; los gastos de su defensa jurídica pueden ser muy elevados.
Esta garantía le cubre el coste económico que le sea reclamado por el fabricante, propietario o usuario del producto final; por los costes de fabricación de dicho producto final.
También le garantiza los gastos adicionales que sean necesarios para la rectificación o destrucción del producto final o la supresión de cualquier otro daño y otros perjuicios resultantes del hecho de que el producto final no pueda venderse o solamente con reducción del precio.
A diferencia de ésta, la garantía denominada “retirada de productos” debe formar parte de su seguro de responsabilidad civil si su objeto es la venta de algún producto final y le preocupan los gastos por informar a los compradores, inspeccionar su producto, transportarlo, reenviarlo ya reparado o destruirlo.
Todo ello en el caso de que su mercancía pueda ser un riesgo para la salud o para la seguridad de las personas, o bien haya sido ordenada por las autoridades competentes.
Si su lata de fabada está mala por culpa de aquel chorizo tan económico, su garantía de retirada de producto le ayudará a quitarse el mal sabor de boca.
Y que el fabricante del chorizo vaya desempolvando su garantía de unión y mezcla.